sábado, 22 de diciembre de 2012

Ética y concepto holístico de "Bioconstrucción"

Parece una constante en ese instrumento básico de comunicación humana que es la palabra: un término o una expresión nacen para explicar un concepto, en principio original, y al cabo del tiempo, muchas veces en pocos años, el vocablo queda desvirtuado, diluido o simplemente mal interpretado por un uso inadecuado, abusivo o inconsciente. Lo hemos visto en conceptos como sostenibilidad, desarrollo sostenible o construcción sostenible y, desde hace un tiempo, también se puede observar en el término bioconstrucción.

Los conceptos y la terminología se mezclan y confunden ya sea por ignorancia o por intereses, creando confusión en un mercado emergente que, ante todo, tendría que ofrecer seguridad. El concepto de bioconstrucción vende, estamos ante una nueva palabra que atrae tanto a políticos como a promotores y es utilizada como gancho de marketing, muchas veces sin ningún tipo de escrúpulo.

Se hace necesario definir y clarificar cada uno de estos conceptos que relacionan construcción, salud y sostenibilidad: bioconstrucción, bioarquitectura, ecoarquitectura, ecoconstrucción, biohabitabilidad, biología del hábitat; arquitectura sostenible, construcción sostenible, arquitectura natural, construcción natural, construcción saludable; arquitectura bioclimática, diseño bioclimático; materiales ecológicos, ecomateriales, materiales naturales, biomateriales, etc.
Hace falta aclarar, explicar y difundir el concepto holístico y el espíritu ético que anima y define la bioconstrucción, especialmente ante determinados intereses y reiterados intentos de “apropiación indebida” por parte de algunos engranajes empresariales e industriales.

Porque, ¿saben realmente los ciudadanos qué es la bioconstrucción? ¿y los políticos? ¿Hay que dejar que sea la misma sociedad o el propio mercado, con sus pretendidos mecanismos de autorregulación, quien sitúe esos conceptos o la propia bioconstrucción en su lugar, o bien es tarea del sector aclarar esta terminología?.

Puede que la carencia, en el mundo de la bioconstrucción en España, tanto de una conciencia y una voz unitaria como de un sistema regulador de análisis y control sean las causas principales de esta situación de indefinición. Desde diferentes foros de la bioconstrucción se viene demandando un sistema de certificación que avale este modelo de entender la construcción para diferenciarla, claramente, de otros modelos en los que no se tiene tan presente, por ejemplo, la huella ecológica del edificio, los materiales y la salubridad.

Posiblemente no esté lejos el día en que cada actuación del ser humano sea analizada y controlada con la finalidad de evaluar su impacto medioambiental, penalizando o impidiendo, de una u otra forma, los derroches.
 
Os dejo un par de Webs muy interesante relacionados con este tema de la Bioconstrucción en España: 
 
 
 
 

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